Por: Fernanda Arozqueta
¿Qué hay detrás de los celos? Esa emoción tan primitiva que en menor o mayor medida todos hemos sentido alguna vez y lo más importante ¿Cómo nos deshacemos de ella?
El gigantesco monstruo de los celos, es una bestia que a veces parece indomable y parece indomable porque lo es. Porque el problema no son los celos, no es la bestia, el problema y te lo digo con mucho cariño, eres tú.
Los celos tienen su raíz en la inseguridad y la inseguridad es tuya y está ligada a la falta de amor propio. Tu amor propio.
Es verdad que hay personas que nos dan razones para sentirnos así, pero también es verdad que nosotros lo permitimos. Se nos olvida que nosotros decidimos hasta dónde. Nosotros marcamos el límite y nosotros somos responsables de recrear nuestra propia seguridad, alimentar nuestro amor propio y decidir qué es lo mejor para nosotros, dónde nos sentimos cómodos y decidir desde un lugar de amor y compasión lo que nos hace bien y lo que nos hace mal, sin pasarle la responsabilidad a la otra persona, sin victimizarnos.
Esto tiene que ver con buscar solucionar a las situaciones que nos causan molestias emocionales o nos generan inestabilidad, en el afuera y no en nuestro interior.
Y realmente, esa idea funciona para todo en la vida. Echarte un clavado dentro de ti mismo, si o sí te va a dar las respuestas de lo que realmente quieres y te hace bien. La chamba es escuchar a tu sabiduría interior, que nunca, nunca se equivoca y tener el valor de decidir en función de ti y lo que te haga sentir en paz.
No solo los celos, cualquier factor externo que te cause conflicto, tiene su solución dentro de ti. Adentro, siempre para adentro. Recuerda que no hay respuestas afuera.
Así que “put on your big girls pants”, cierra los ojos y ‘ámonos pa dentro. De frente al monstruo y al toro por los cuernos.